BANDERAS DE NUESTROS
PADRES
Director: Clint Eastwood
Año: 2006
Título
original: Flags of our fathers
La película está basada en la novela homónima. A lo largo de
las dos horas de duración, y a través de la memoria de unos veteranos de la
Segunda Guerra Mundial en el Pacífico se reviven los momentos de la batalla de
Iwo Jima y sus consecuencias posteriores, todo ello narrado a través de numerosos
saltos en el tiempo hacia atrás y adelante.
En
concreto, las consecuencias que trajo la famosa foto de Joe Rosenthal, en la
cual seis marines estadounidenses izan la bandera sobre el monte Suribachi el
23 de febrero de 1945.
Al
inicio de la película un veterano habla de la importancia de las fotografías,
de cómo una sola imagen es capaz de ganar guerras y pone de ejemplo Vietnam o
incluso esta misma ya que esta fotografía fue crucial en los momentos de crisis
del país americano para animar a la gente, de darles fuerzas y esperanzas
contra el enemigo nipón.
No
solo hay escenas bélicas, de hecho es de lo que menos goza uno de los filmes
considerados peores que otros títulos de Eastwood.
La
mayor parte del largometraje nos habla de las repercusiones de la foto a sus
protagonistas, tres de ellos: los soldados de primera René y Ira y el enfermero
de Marina Doc.
En
verdad ellos no fueron los primeros en izar una bandera en Iwo Jima
“¿Qué
hacíais? ¿poner una bandera cada vez que os parabais a comer?”, con esta
frase en la película se parodia el hecho de que en verdad los protagonistas del
izado de bandera primero no fueron recompensados, la mayoría estaban muertos.
Pero René y Doc estaban en un segundo izado (éste se debió a un político que
quería la primera para sí). René considera que Ira agradecería el favor de
mencionar que él también salía en la foto, cosa falsa pero indemostrable ya que
en la foto no se ve ninguna cara.
En
vez de gratitud lo que surge en Ira es una profunda depresión por sus compañeros
caídos, los verdaderos héroes, las madres que piensan que sus hijos salen en
una foto legendaria pero en verdad no, una profunda alcoholemia que trae de
cabeza la gira de nuestros héroes por el país recaudando fondos para sufragar
la guerra del Pacífico.
Pero
no todo el monte es orégano, tras las múltiples ofertas de trabajo, elogios y
vítores que reciben los soldados, son héroes que tarde o temprano pasan de
moda.
También
se nos hace reflexionar sobre lo que supone en verdad una guerra para sus combatientes,
al principio luchas por tu patria, porque es tu deber, pero a medida que avanza
el tiempo luchan por sobrevivir y porque el compañero que tienen al lado
sobreviva.
“Hay
muchos imbéciles que se creen que saben lo que es la guerra, sobre todo aquellos
que no han estado en una, nos gustan las cosas bien claritas, buenos y malos,
héroes y villanos, de eso siempre hay, pero la mayoría de las veces no son los
que nosotros creemos”
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