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jueves, 28 de noviembre de 2013

INVICTUS. ALEJANDRO DÍAZ-OLIVER. A3

INVICTUS

Director: Clint Eastwood

Año: 2009

La película está basada en la novela de John Carlin, Playing the Enemy: Nelson Mandela and the Game That Changed a Nation. Para comprenderlo debemos situarnos en la Sudáfrica de finales del siglo XX, con una fuerte separación racial entre blancos y negros, cosa que vemos nada más empezar con una separación entre niños blancos, predilectos del rugby, y niños negros que juegan al fútbol y en cómo unos miran con odio al coche en el que va Nelson Mandela (interpretado por Morgan Freeman) para su liberación y otros lo vitorean, no creo necesario explicar cuál de las partes, todo ello a pesar de la abolición del apartheid.

            El apartheid era el sistema de segregación racial que había predominado la República de Sudáfrica prácticamente desde mediados del siglo XX, estaba en todos los ámbitos, estudios, residencia, etc.

            Tras la liberación de Mandela de prisión, los negros obtuvieron el derecho a voto, y en 1994 Nelson Mandela fue elegido presidente con un discurso de pacificación, perdón y convivencia, aunque al principio ambas partes eran recelosas, los negros por los años de injusticia vividos y los blancos por miedo a una venganza negra.

            Aquí entra en escena el rugby y con él Francois Pienaar (Matt Damon), capitán de los Springboks, es decir, el equipo nacional de rugby de Sudáfrica. Mandela le invitar a tomar el té y entre líneas le pide que gane la copa del mundo para aunar más al país, cosa impensable ya que los Springboks eran un equipo inexperto y que había arrastrado numerosas derrotas.

            Esta situación de mal juego, fue aprovechada por el consejo de deportes para intentar eliminar los colores y el emblema de los Sprinboks, pero Mandela les hace entrar en razón, les convence que de las revancha no debe ser el espíritu de la nueva Sudáfrica que se está forjando, que no deben demostrar a los blancos lo que se temía de ellos.

            Para contar con el apoyo de la población negra, Mandela pide a la Federación que la selección haga clinics por el país, en zonas desfavorecidas, cosa que es un éxito, el rugby baña las calles del país anfitrión del mundial. Incluso su escolta personal formada por dos unidades, un cuerpo de negros y otro de blancos, que en un principio no se llevaban bien, llegan incluso a jugar al rugby en el jardín.

            Pienaar hace lo posible para que los jugadores entren en esa dinámica de nacionalidad, cantando himnos que no eran del Apartheid.

            Comienza el mundial y superando toda expectativa los Springboks van superando a todos sus rivales hasta llegar a la final. Final que se jugó contra los todopoderosos All Blacks de Nueva Zelanda, liderados por Lomu, uno de los grandes de la historia de este deporte.

            Llegan a la prórroga con un tanteo bajo, Eastwood demuestra su habilidad tras las cámaras haciendo que al espectador se le ponga la piel de gallina, incluso si éste conoce el resultado. Sudáfrica se pone por delante con una gran patada de Stransky (interpretado por Scott Eastwood, hijo de Clint).

            Con el pitido final los jugadores, y los más de cuarenta millones de sudafricanos celebran el triunfo, no solo de un partido de rugby, ni de un mundial, se celebra el nacimiento de una nueva nación, forjada en el respeto, sin tapujos de ningún tipo.


            El nombre de Invictus le viene por un poema victoriano que menciona Mandela durante la película.
“En la noche que me envuelve,
negra como un pozo insondable,
doy gracias al Dios que fuere
por mi alma inconquistable…”


trailer: http://www.youtube.com/watch?v=_KB2aD-ZyXA

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