El
cuadro de “Guernica” de Pablo Picasso es una pintura al óleo
inspirada en el bombardeo de dicha ciudad vasca.
Picasso se hallaba
trabajando en una serie de pinturas cuando, a principios del año
1937, el Gobierno de la República Española le encargó una obra
para decorar el pabellón español en la Exposición Internacional de
París que tendría lugar ese mismo año.
La petición no quedó
ahí, sino que, además, los republicanos pidieron que realizase una
pintura que sirviese como “propaganda” o que, al menos, guardase
relación con la Guerra Civil que acababa de estallar en España.
Este encargo supuso un
desafío para Picasso quien, hasta entonces había estado trabajando
en dos sistemas de representación, uno figurativo y otro disociativo
(contrapuestos) y su objetivo era llegar a la síntesis de los
mismos; sin embargo, ahora no gozaba de tanta libertad, debía
ceñirse a su encargo.
Aun así, Picasso
perseveró en su objetivo, pero le faltaba el motivo, el tema de lo
que iba a representar. Aunque ya había trabajado como artista
político realizando viñetas para la causa republicana, quería que
esta obra fuese diferente.
Tras recibir el encargo,
Picasso pintó varios cuadros en los que puso en práctica la técnica
explicada anteriormente, pero seguía sin encontrar el tema para
representar. Esta situación se prolongó hasta el 26 de abril de
1937, día en el que la aviación nacionalista, ayudada por la Legión
Cóndor alemana, bombardeó Guernica. Hay que destacar que, dicha
población, no constituía un objetivo militar, simplemente, su
brutal ataque, fue un acto de intimidación a la población civil
allí refugiada.
Tras esto, Picasso
encontró el tema que había estado buscando varios meses y, con gran
rapidez, empezó a dar forma a su obra “Guernica”.
Más allá de anécdotas
históricas, propaganda o cualquier ideología política, Picasso
quiso representar la brutalidad y crueldad de la guerra, el
sufrimiento de las víctimas inocentes,(mujeres, niños, animales...)
El “Guernica” se
convirtió en un símbolo de la democracia y del pueblo contra la
barbarie.
Picasso comenzó los
bocetos preparatorios el 1 de mayo (dos días después de que se
conociese el suceso) y la obra estuvo acabada en junio. Pese a tener
claro el tema de Guernica, Picasso realizó numerosas versiones y
cambios (hasta añadió y quitó el color). Finalmente, el cuadro
quedó en blanco y negro con algunos tonos grises, lo cual enfatiza
ese carácter oscuro, belicoso, trágico. En él se pueden apreciar
mujeres que escapan de un edificio en llamas, un caballo moribundo en
el centro de la composición, con una pica clavada en su lomo, debajo
de él un guerrero desmembrado con una espada rota o una mujer con el
cadáver de un niño en brazos. Todo ello es contemplado por un toro
que muestra una actitud triunfal. Ese toro ha generado múltiples
interpretaciones pero como dijo el propio Picasso: “el toro no
representa el fascismo sino la brutalidad y la oscuridad.”
Cuando el cuadro se
expuso en el pabellón español de la Exposición Internacional de
París, causó gran impresión, no sólo por la actualidad del tema
sino por la violencia expresiva.
BIBLIOGRAFÍA:
TELLO,
ANTONIO y PALACIO, JEAN-PIERRE, (2001): “Todo Picasso,el mayor
genio español del siglo.”